top of page

Efeméride de hoy, 12 de mayo: Florence Nightingale y el Día Internacional de la Enfermería

  • Foto del escritor: rapiegasradfem
    rapiegasradfem
  • hace 2 días
  • 5 Min. de lectura

Florence Nightingale: “La dama de la lámpara”

Nos situamos hoy en la época victoriana del siglo XIX para  hablar de Florence Nightingale; perteneciente a una familia británica de clase alta, pero nacida por casualidad en la ciudad de Florencia el 12 de mayo de 1820. 


Florence Nightingale pasa a la Historia por fundar la enfermería moderna, por generalizar el uso de medidas de higiene y como pionera de la estadística aplicada, gracias a su interés por el registro de datos matemáticos y estadísticos.


Su familia era muy religiosa, seguidores de la Iglesia Anglicana, e incluso un día ella misma a los 16 años ”sintió que dios la llamaba a su servicio”. Sin embargo, cuando reveló a sus padres su vocación de ayudar a las personas más necesitadas siendo enfermera, se opusieron frontalmente. Este tipo de ayuda, al pertenecer a una buena familia, se limitaba a la caridad; considerándose la profesión de enfermera un trabajo poco reputado que debían desempeñar las clases más pobres y las monjas. En conclusión, su padre creía haber invertido demasiados recursos en su formación como para que ella los malgastara no casándose bien.



Dado que Florence continuó insistiendo en ser enfermera, se le permitió visitar hospitales de París, Roma, Londres y Alemania, donde en 1850 recibió la formación médica básica. Dos años después, regresa a Inglaterra para cuidar a su hermana Parténope, aquejada de una supuesta “crisis nerviosa”. Diagnóstico que fácilmente podría haber sido cualquier otra cosa, dado el ninguneo sufrido por las mujeres en cuestiones médicas a lo largo de la historia, relegando cualquiera de sus dolencias a la oscura categoría de “enfermedades nerviosas”


A lo largo de su vida, Florence recibió muchas peticiones de mano; a las cuales respondía dejando claro su desinterés por el matrimonio y su intención por prosperar en su carrera profesional, objetivo incompatible con estar bajo la tutela de un marido.


En agosto de 1853, a los 35 años, fue nombrada superintendente en un hospital de mujeres en Harley Street, Londres. En ese momento, pone en marcha un modelo de enfermería basado en la profesionalidad y el conocimiento científico. 


En ese mismo año y hasta 1956 se inicia la Guerra de Crimea, que enfrenta a Rusia y el Imperio Otomano, a quienes se sumó en apoyo Reino Unido. Al conocer las terribles condiciones en que se encuentran los hospitales en que son atendidos los soldados, el Secretario de Estado de Guerra encarga a Florence llevar a un grupo de 38 enfermeras al hospital Scutari, ubicado en un barrio de Estambul, Turquía, a fin de mejorar la atención médica. A su llegada, estas mujeres encuentran un hospital sucio, infestado de ratas, con escasas provisiones, alimentos de baja calidad y personas enfermas hacinadas; sin disponer de sábanas limpias, heridas y vestidas con su propio uniforme ensangrentado. A estas pésimas circunstancias se suma la hostilidad con que fue recibida, siendo considerada una intrusa por parte de los médicos y las férreas normas del ejército. Ello supone que, inicialmente, Florence limite su actividad a la limpieza y aspectos básicos, aunque fundamentales y descuidados hasta el momento; puesto que las personas enfermas y heridas de guerra eran tratadas como poco menos que desahuciadas. A su vez, el equipo de enfermeras que comanda, siguiendo sus órdenes, mejoraba estas condiciones higiénicas y de alimentación; mientras que Florence se dedicaba a tareas igual de fundamentales: registro de pacientes, recopilación de datos sobre enfermedades y estudio de la evolución de las personas enfermas. Sus primeros registros identificaron una mortalidad hospitalaria del 42%; situando el tifus, el cólera y otras infecciones como las mayores causantes de mortalidad, y las heridas de guerra la sexta causa.

Curiosamente, llega un momento en que la imagen de Florence se populariza ante la sociedad del momento. Es fotografiada durante uno de sus paseos nocturnos, en los que acostumbraba a visitar a las personas enfermas, recorriendo los pasillos de los hospitales y portando una lámpara: esta imagen llega al periódico Times el 8 de febrero de 1855, convirtiéndose entonces en la famosa “dama de la lámpara”. 


A su regreso a Inglaterra fue recibida como una heroína y, aunque rehuía esta fama, aprovechó que entre sus admiradoras se encontraba la Reina Victoria para acordar una reunión con ella, en la que logró persuadirla, a ella y al Gobierno, para que se conformará una comisión encargada de investigar la salud del ejército.



Su faceta comunicadora le permitió observar que los diagramas usados hasta ese momento,  basados en listas y tablas, no lograban transmitir la necesidad de invertir en el acondicionamiento de hospitales y en cuidados de enfermería; así que presentó los datos de una manera revolucionaria por aquel entonces: el “diagrama de la Rosa”, un gráfico circular diseñado por ella misma, muy visual y de fácil lectura y comprensión. Este diseño buscaba mostrar claramente las causas de la mortalidad y los beneficios de haber aplicado unas medidas sanitarias adecuadas en Scutari.La filtración de dicho gráfico en prensa contribuyó a que cualquier lector/a comprendiera la urgencia de un cambio de enfoque en los hospitales para garantizar la supervivencia de los heridos en combate. ¡Así de elevada era la capacidad de explicación de este diagrama!


Por esta y otras razones, puede considerarse a Florence Nightingale como la pionera de la Estadística aplicada. Su Diagrama de la Rosa es ahora conocido en matemáticas como Diagrama del Área Polar. Destaca también su faceta escritora, siendo autora de libros tan famosos como: “Notas sobre enfermería”, donde recopila las enseñanzas que trajo de Crimea, y “Notas sobre hospitales”.


Se cree que Florence contrajo en Crimea una brucelosis crónica (infección bacteriana). Sin embargo, a pesar de padecer dicha enfermedad, siguió luchando por mejorar los servicios sanitarios y, en las décadas siguientes, ayudó a profesionalizar la enfermería y convertirla en un oficio laico. En 1860, abrió la Escuela de Entrenamiento y Hogar Nightingale para enfermeras en el hospital St. Thomas de Londres, y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito de Reino Unido. Finalmente, Florence falleció a los 90 años, el 13 de agosto de 1910 en Londres.


El legado que nos dejó es extraordinario. Ya en la década de 1880 la ciencia había avanzado hacia  un reconocimiento de la teoría de los gérmenes o teoría microbiana de la enfermedad, lo cual ponía en valor aún más las ideas reformistas de Florence Nightingale. Henry Dunant reconoció que sus ideas de crear el Movimiento Internacional de la Cruz Roja habían tenido la influencia de Florence. Y, en su momento, la idea de que los cuidados médicos deberían estar al alcance de todo el mundo, sin importar clase o sueldo, sirvió como precursor del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, fundado 40 años después de su muerte. Aún hoy, su trabajo repercute  en el modo en que se organizan los hospitales de todo el mundo.


Cada 12 de mayo, día de su nacimiento, Florence Nightingale es recordada en la celebración del Día Internacional de la Enfermería, fecha escogida en reconocimiento a su enorme labor, que cambió para siempre la perspectiva del tratamiento de  la enfermedad y los cuidados.



Y si quieres saber más acerca de la historia y enorme labor de Florence Nightingale, te animamos a escuchar el "Episodio 27 - La cuestión del género: Carola habla" en nuestro podcast El Nieru las Rapiegas, disponible en Spotify.




Comments


bottom of page