Aleksandra "Shura" Mijáilovna Kolontái nació el 19 de marzo de 1872 en el seno de una familia aristocrática rusa de origen ucraniano. Pertenecía a una familia de corte liberal.
Fue su padre quien le inculcó su interés por la historia y la política; sin embargo, con su madre tuvo algún enfrentamiento cuando quiso seguir con sus estudios, ya que como era habitual en la época, no era necesario que las mujeres estudiaran, pues se consideraba que sus “labores” eran otras.
A los 19 años de edad conoce al que sería su marido Vladímir Lúdvigovich Kolontái, un estudiante de ingeniería de origen modesto que no fue aceptado por su madre. Tienen un hijo, Mikhail Kolontái, pero pronto se da cuenta que la vida de casada es una trampa para las mujeres y decide dejar a su familia. En 1896 se afilia al partido socialista y parte a estudiar a Zúrich, Suiza. Es en esta época cuando se familiariza con las ideas de Marx y Lenin, y conoce también el pensamiento de Kautsky y Rosa Luxemburgo.
Será entonces cuando redacte su primer artículo, en el que trataba la influencia del medio ambiente en el desarrollo de los niños, y escriba también su primer libro, en el que investigaba sobre las condiciones de vida y de trabajo del proletariado finés con relación a la industria. El libro fue publicado en 1903 en San Petersburgo, llamando la atención entre los sectores más revolucionarios.
Alexandra toma parte en los acontecimientos revolucionarios de 1905, tras presenciar la matanza de obreros frente al Palacio de invierno. En esta época trabaja escribiendo artículos y organizando asociaciones de mujeres trabajadoras.
Tras la publicación de un artículo titulado “Finlandia y el socialismo” en el que animaba a los finlandeses a que se sublevaran contra la ocupación rusa, se vio obligada a exiliarse.
En 1914, se une al movimiento bolchevique, facción más radical del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, establecido por Lenin.
Desde 1915, ejerció como asistente de Lenin.
Poco antes de octubre de 1917 y a la vuelta de su exilio, es elegida miembro del comité central del partido y vota a favor de la insurrección y de la toma del Palacio de Invierno para poder construir un Estado obrero.
En octubre de 1917 estalla la revolución en Rusia, obteniendo el poder los bolcheviques. Alexandra fue nombrada comisaria del pueblo de Bienestar Social. Fue también elegida miembro del Comité Ejecutivo del sóviet de Petrogrado, la antigua San Petersburgo.
En 1920 dirige la organización de mujeres llamada Zhenotdel; será Lenin quien promocione su nombramiento, gracias al cual pudo iniciar grandes cambios sociales para las mujeres.
En la visión política de Alexandra, la política social se alejaba de la familia tradicional burguesa, siguiendo los principios marxistas. Ella junto con otros socialistas pensaban que se debía derrocar la idea de la familia patriarcal, haciendo que el cuidado de los hijos y el hogar fuera tarea de toda la sociedad.
Es por esto que Kolontái, con el apoyo de Lenin, planeó una red de instituciones que actuarían a modo de casas-cuna, guarderías, restaurantes y lavanderías públicos, servicios que liberarían a las mujeres del cuidado de los niños y del hogar que tradicionalmente se les había asignado. En este ideal casi utópico se pretendía que fuese la sociedad la que actuase como una gran familia en la que todos sus ciudadanos estuvieran protegidos.
Estando al frente de la Zhenodte, Alxandra aprovechó su poder para promulgar leyes de carácter feminista, como hacer del matrimonio una institución civil e igualitaria entre cónyuges, facilitar el acceso al divorcio de ambas partes y consiguir la protección estatal tanto para las madres como para sus hijos e hijas; también logró que la asistencia maternal en los hospitales fuese gratuita.
La Revolución había conseguido poner las bases para la igualdad real entre hombres y mujeres, pero fue gracias a Alexandra que esta igualdad se estaba haciendo real por la vía legal.
Trato de concienciar, no sin causar polémica, sobre la liberación sexual femenina. Escribió dos obras sobre este tema: “La nueva mujer” y “El amor en la sociedad comunista”.
Debido a su defensa de la libertad sexual femenina, pierde el apoyo de Lenin y es destituida en la Zhenodte. Alexandra quería que las mujeres se alejaran de la tradicional vida del hogar y alcanzaran su libertada sexual, y no se limitasen a tener hijos como principio vital.
Está claro que a pesar de los avances que supuso la Revolución para las mujeres en la URSS, la sociedad aún no estaba preparada para ciertas cuestiones. En esto Alexandra fue una mujer radical adelantada a su tiempo.
Las opiniones de Alexandra estaban molestando dentro del partido, incluso amenazaron con expulsarla. Al perder su fuerza política,en 1922 Lenin la relega a funciones diplomáticas.
Es entonces cuando se convierte en la primera mujer embajadora del mundo.
Representó a la Unión Soviética en Suecia, Noruega y México, y también formó parte de la delegación soviética en la Sociedad de Naciones, una institución similar a la moderna ONU.
Viajó durante 20 años por el mundo, defendiendo sus ideas igualitarias y socialistas. Esto fue aprovechado por Stalin para derogar varias de las leyes aprobadas gracias a Alexandra.
En 1945, tras haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, volvió a la Unión Soviética. Un año después fue nominada para el Premio Nobel de la Paz. Pasó sus últimos años en Moscú, escribiendo sus memorias y sirviendo como asesora del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. Aleksandra Mijáilovna Kolontái murió el 9 de marzo de 1952 en Moscú, teniendo 79 años.
Alexandra Kollontai nos dejó escritos muy valiosos, que paso a enumerar:
1907: Los fundamentos sociales de la cuestión femenina (Extractos)
1913: El Día de la Mujer
1916: Madre y trabajadora
1919: ¿Por qué luchamos?
1919: Resolución sobre el papel de las mujeres trabajadoras, 1er Congreso de la Internacional Comunista
1921: La última esclava
1921: Ensayo autobiográfico
En esta web, se pueden consultar.
Fuentes:
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