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Foto del escritorCarlota Bárcena Fernández

COLONIALISMO Y PROSTITUCIÓN PARTE PRIMERA



El colonialismo, de la mano del neoliberalismo y el patriarcado ha llegado hasta la mercantilización de los cuerpos de las mujeres, en su mayoría inmigrantes ilegales. La demanda de prostitución es claramente racista y machista, y cuando se argumenta la regularización o legalización del sector, me pregunto si se tiene en cuenta la situación de estas mujeres. Distinguir entre prostitución y trata es un error porque ambas son explotación sexual (véase anteriores artículos que he sacado en este mismo blog sobre el consentimiento). Cuando un “cliente” acude a una mujer en situación de prostitución no sabe con certeza si es víctima de trata o prostituta (de forma “voluntaria”), por eso (y más motivos), creo que no se puede desligar la una de la otra, están íntimamente relacionadas. El consentimiento es la espada de Damocles de este debate prosex-abolicionista. Y es que no sé hasta qué punto se configura y construye la voluntariedad, ya que con la propia palabra “consentimiento” se presenta como algo pasivo que llega a todo tipo de relaciones sexuales; y, ¿cuánto hay de estrategias de supervivencia, de resiliencia de las víctimas, de miedo, de ideología del proxenetismo, de disociación en las prácticas?

Si el protagonista de Las cartas de Alou hubiera sido una mujer probablemente habría sufrido abusos y agresiones sexuales y quizás hubiera sido víctima de trata. Las mujeres negras migrantes se exponen a grandes riesgos cuando tratan de huir de sus países y del destino que allí tienen. Otras veces, son sus familias quienes las venden directamente a los tratantes. Con ellos hacen un ritual de vudú llamado yuyu que incluye el uso de restos de pelo, uñas y sangre, a través del cual se comprometen a pagar la irrisoria deuda por su manutención, viaje y alojamiento. En casos extremos se puede llegar a pactar la muerte en caso de no poder pagar el dinero acordado. Normalmente los tratantes adquieren a estas mujeres por 2 000 o 3 000 euros, mientras que la deuda que ellas contraen suele encontrarse entre los 30 000 y los 60 000. Por todo esto, se trata de una de las redes de trata más difíciles de desarticular y, sin embargo, la mitad de las redes criminales que se desmontan cada año suelen ser nigerianas, dado que hay muchísimas (Antonio Salas 2005; Oliver Enogo y Romaric Atchourou 2005).


El estudio sobre trata citado en la bibliografía determina que ha habido un aumento en el consumo de mujeres nigerianas, ya que el 52% de las víctimas identificadas en 2016 eran de esta procedencia, y el 75% de las operaciones policiales contra las mafias subsaharianas en España por delitos de la trata de personas y otros tuvieron lugar contra las mafias nigerianas. Son muy difíciles de desarticular por los vínculos que se crean entre los proxenetas y las víctimas. “El problema del uso abusivo de la creencia religiosa en el vudú en el delito de trata de mujeres no es tanto a nivel judicial sino más bien a nivel de protección de las víctimas. Si bien el derecho penal español puede ser efectivo para castigar a quienes cometen abusos derivados de la práctica del vudú, existen muchos defectos a la hora de proteger a sus víctimas.”

En España es la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (URCIF), de la Policía, la que se dedica a la investigación de trata con fines de explotación sexual, y cada año desmonta alrededor de unas cuatrocientas redes nigerianas, lo que se debe a la grave corrupción que existe en este país. De todas formas, también están claramente implicados los países de tránsito y destino que permiten el paso en las fronteras. El fenómeno es mundial ya que esa vulneración de Derechos Humanos debe quedar amparada por los Estados, Naciones Unidas y todas las ONGs (como AMARANTA, APRAM entre otras). Es muy obvia la falta de preparación de quienes investigan estos delitos y tienen muchos menos medios que las organizaciones criminales, no podemos olvidar que es el tercer negocio más poderoso del mundo junto con el tráfico de armas y drogas. “La lucha contra la trata de mujeres nigerianas está lejos de ser efectiva mientras la legislación española no progrese a la hora de ofrecer protección a las mujeres nigerianas, ya que ni la policía ni los servicios públicos que se ocupan de las mujeres nigerianas cuentan con la formación específica necesaria; además la sociedad española debe asumir un cambio cultural librándose de los prejuicios, la discriminación hacia las mujeres (…) negras llegando a la aceptación de la igualdad.” (Estudio sobre Mujeres Nigerianas Víctimas de Trata).


Sin embargo, estos casos de trata con fines de explotación sexual (delito del art.177 bis Código Penal) no pueden confundirse con la prostitución voluntaria (no se persigue, en principio) aunque en la práctica sea difícil delimitar una de otra. Lo que sí se suele perseguir es la prostitución callejera a través de normativa de derecho administrativo que puede llevar a multas de hasta 30 000€ o delito de desobediencia en caso de hacerlo de forma reiterada. También en los macroprostíbulos se cometen ciertas ilegalidades, pero son más difíciles de perseguir o no se persiguen directamente. Es precisamente en esta parte de la industria donde más mujeres inmigrantes hay, en concreto nigerianas. Todo esto deriva de la esclavitud del antebellum, pero esta neoesclavitud es mucho más impersonal, los gastos corren de las propias esclavas, son desechables para quienes las compran. Digamos que el capitalismo actual ha empeorado, si es que es posible, las circunstancias de estas personas convertidas casi en animales (Agustina Iglesias 2013, 44-68). No hay más que entrar en los espacios de internet frecuentados por puteros y leer algunos de los comentarios acerca de mujeres negras en situación de prostitución. Mujeres y niñas africanas, latinas, del este, orientales… a todas les son asignadas unas “características” y “estereotipos” para que la “industria del sexo” sea bien diversa y los “clientes no se cansen de las mismas chicas” (motio por el cual las cambian de prostíbulo o piso cada poco tiempo, evitando así también que establezcan lazos con algún putero). Debemos visibilizar esta realidad con películas como Les filières africaines de la prostitution. En el cine se suele plasmar una idea romántica de la prostitución, la cual dista mucho de lo que ocurre en la realidad que, como diría Cobo, es propaganda prostitucional.


 

BIBLIOGRAFÍA.


Filmografía:


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