Efeméride de hoy, 2 de noviembre: Shere Hite y la investigación pionera sobre la sexualidad femenina

Hoy recordamos a Shere Hite, nacida en esta fecha en 1942, una investigadora que desafió los límites de la academia en los años 70 y puso en el centro la voz de las mujeres sobre su sexualidad. A través de sus estudios, denunció la ignorancia sobre el placer femenino y dejó un legado que sigue inspirando a cuestionar lo establecido y a escuchar a las mujeres para comprender mejor nuestra historia y futuro.

Nuestra protagonista nació un 2 de noviembre de 1942 en Missouri, Estados Unidos. Se licenció en Historia por la Universidad de Florida, donde también realizó un máster de la misma rama académica. Al finalizar este último, aquella brillante estudiante fue aceptada por la prestigiosa Universidad de Columbia de Nueva York para realizar un doctorado en Historia Social.

Aquí es donde comenzó a encontrarse con el rechazo de sus ideas dentro del ámbito académico. Shere abandonó su doctorado en Columbia debido a que no aceptaron su tema de investigación, su interés se centraba en investigar y basar su tesis en la sexualidad femenina, sin embargo, los académicos de la época, al no considerarlo una cuestión relevante, decidieron que aquello no era un tema digno de una tesis doctoral.

Sin embargo, Hite, segura de seguir con su investigación, proclamó que los investigadores deberían dejar de decirle a las mujeres lo que deben sentir sexualmente y comenzar a preguntarles qué sienten sexualmente. Y eso es precisamente lo que ella hizo.

Así es como, en 1976, se publicó "El informe Hite: estudio de la sexualidad femenina”. Shere formuló 231 preguntas, las cuales respondieron 3.019 mujeres, entre 14 y 79 años de edad. Esto les permitió responder a las cuestiones en profundidad y sin tapujos.

El mayor de sus descubrimientos, que quizá a día de hoy es el más obvio, fue que las mujeres llegan más y mejor al orgasmo cuando se estimula o estimulan su clítoris. Por supuesto, en el año 1976, la constatación de este hecho resonó en la cabeza de muchos, como si de una invocación al diablo se tratase.

En este estudio, más del 70% de las mujeres encuestadas declaraban no recibir suficiente estimulación durante la penetración como para llegar al orgasmo, y solo el 1,5% de las encuestadas llegaban al orgasmo a través de la penetración vaginal. Parecía que todo el mundo se olvidaba del clítoris. Bueno, quizás una de las mitades del mundo, porque la otra mitad declaraba en el estudio que cuando se masturbaban solas no se olvidaban nunca de tan preciado órgano.

Y como suele pasar con las protagonistas históricas, o más bien con todas las mujeres que se atrevieron a alzar la voz en contra de lo establecido, a Hite no tardaron en lloverle las críticas. Por su parte, la derecha cristiana la acusó de intentar disolver la familia, mientras que revistas como Playboy tildaron su estudio como “El informe del odio”, haciendo un juego de palabras con su apellido y la palabra “odio” en inglés: Hite y Hate, respectivamente.

Hasta aquí las respuestas negativas eran lo esperado para la sociedad de aquella época, incluso para la nuestra de ahora. Pero la violencia hacia la investigadora comenzó a escalar cuando once años más tarde, en 1987, Hite publicó otra investigación titulada "Las mujeres y el amor,: Una revolución en progreso”. En este informe, elaborado de la misma forma que el anterior, a través de preguntas anónimas a mujeres de diferentes rangos de edad; Hite descubría que las mujeres consideraban que sus relaciones con los hombres les producían una frustración emocional creciente, además de una desilusión gradual.

Os podéis imaginar la respuesta: la revista Time tildó el estudio de ser una excusa más de la autora para machacar a los hombres. Y entonces estos últimos se dedicaron a amenazar de muerte a Hite a través del correo postal y de su contestador automático.  Y aunque han pasado los años, no parece que las cosas cambien demasiado: hoy esas mismas reacciones y ataques se habrían trasladado a redes como Twitter o Instagram.

A pesar de la seguridad que caracterizaba a Shere, aquí puso el punto final a su estancia en Estados Unidos. Decidió que su país natal ya no era un lugar donde se podía investigar libremente y puso rumbo a un país donde sus investigaciones eran tratadas con el respeto académico que merecía. Pero no penséis que Hite se marchó sin hacer ruido, como tratando de escapar: renunció a su nacionalidad estadounidense, dejando claro así que no quería tener nada que ver con un país donde se le negaba la libertad de estudiar la sexualidad de las mujeres.

Hite se mudó a Alemania y años más tarde a Inglaterra, donde seguiría investigando y divulgando, publicando libros e incluso actualizando su famoso Informe Hite en el año 2000. Debido a que su salud decayó notablemente, realizó sus últimas apariciones públicas en el año 2012, donde declaró su preocupación por la imagen que estaba dando la pornografía de la sexualidad femenina, así como la explotación de las mujeres por parte de esta industria.

El 9 de septiembre de 2020, nuestra protagonista falleció a los 77 años, tras una vida brillante dedicada a la investigación y al conocimiento, pero también atravesada por la incomprensión, el rechazo y una campaña de acoso y desinformación que la obligó incluso a abandonar su país. Esa es la parte amarga de su historia, nacida del odio, la misoginia y el miedo de muchos hombres ante una mujer que se atrevió a cuestionar lo establecido. La parte luminosa, sin embargo, es que, pese a todo, Hite dejó un legado imborrable consiguió que su voz llegara al mundo: su primer informe superó los 50.000.000 de copias vendidas y dejó un legado que será imborrable.

Recordad que, como nos muestra la trayectoria de nuestra protagonista, dudar y sacudir lo que se considera normal, investigar y escuchar a otras mujeres no es solo un acto de memoria histórica, sino la forma de comprender mejor quiénes somos y construir un porvenir más justo.