El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un término que fue descrito por el médico estadounidense Richard Allan Gardner en un artículo en 1985. Lo califica como el estado mental de un menor cuyos padres están involucrados en un divorcio altamente conflictivo y es influido fuertemente por uno de ellos, rechazando relacionarse con el otro sin una causa legítima. La receta de Gardner para atajar este “síndrome” es una “terapia de la amenaza”. Cuanto más acusado es el SAP, las medidas deben ser más drásticas, hasta el punto de sacar al menor de su entorno y prohibirle el contacto con el progenitor que lo ha alienado, que para Gardner casi siempre es la madre.
No tiene respaldo científico, ha sido eliminado de los diccionarios de términos médicos y ha dado pie a numerosos comunicados contra su uso. La APA (American Psychological Association) incluye este término es su diccionario de psicología, pero lo hace precisamente para rechazarlo. La Asociación Española de Neuropsiquiatría - Profesionales de Salud Mental (AEN) afirma que “este supuesto síndrome no está reconocido como tal por ninguna asociación profesional ni científica” y la propia AEN emitió un comunicado en 2010 contra su uso clínico y legal.[1] Investigaciones sobre la figura de Richard Allan Gardner desvelaron que no se pudo acreditar que tuviera el título de psiquiatra, y que defendía abiertamente la pedofilia en algunos de sus textos, llegando a decir que «hay algo de pederastia en cada uno de nosotros».
Sin embargo, el SAP ha sido aplicado a menudo en nuestro sistema judicial, curiosamente, desde que entró en vigor la Ley Integral de Medidas de Protección Contra la Violencia de Género en 2004. A raíz de esto, se han dado casos terribles de niños y niñas que de ninguna manera querían estar con su padre, y que fueron obligados a ello, privando de visitas a la madre para acabar con esa influencia "dañina". Dicha situación puede suponer un daño irreparable para los menores, que no entienden por qué tienen que convivir con su abusador, con el maltratador de su madre, o, en algunos casos, con un progenitor con el que no han establecido vínculos afectivos por diversas causas.
Según el informe de Save the Children, "Ojos que no quieren ver: Los abusos sexuales a niños y niñas en España y los fallos del sistema", el 15% de los niños y el 23% de las niñas sufren abusos sexuales, y especialmente en el caso de las niñas, esos abusos los cometen familiares cercanos. Un 46% de todos los casos de abuso son denunciados por la madre de la víctima. Según este mismo informe, «la aplicación del Síndrome de Alienación Parental no tiene base científica y no debe usarse en tribunales al ser un posible espacio de desprotección de niños y niñas.»
Al profundizar en su aplicación, constatamos otro hecho más preocupante: no tiene las mismas consecuencias para los padres que para las madres. Un estudio del colectivo Abogadas por la Igualdad analizó 21 resoluciones emitidas por el tribunal autonómico asturiano entre los años 2003 y 2009 en las que se hacía referencia a dicho síndrome. En los casos en los que esta supuesta “alienación” era ejercida por la madre, implicó una retirada de la custodia; no así si era por parte del padre, al que no se privó de su derecho para “evitar posibles traumas al menor”.
En España ha habido casos de madres condenadas a penas de cárcel por no querer entregar sus hijos o hijas a un padre con el que odiaban estar, al que tenían miedo, o que había abusado de ellos física o sexualmente, en nombre del "interés del menor", menor al que no se ha escuchado, evidentemente. Actualmente, hay procesos abiertos contra la Administración, como el que se está instruyendo contra la Diputación de Vizcaya por violencia institucional, y no podemos olvidar el caso de Infancia Libre, a las que se llegó a acusar de organizar una “trama”, cuando denunciaron antes de constituirse como asociación.
Tal y como señala Fátima Urzanqui, psicóloga especialista en violencia de género , «desde la ciencia es imposible que sea reconocido, si no se tiene una contaminación ideológica». También, respecto de su aplicación, llama la atención sobre este punto: «Es curioso que el sistema judicial emita diagnósticos; es como si un médico redactara sentencias judiciales, no tiene ni pies ni cabeza»[2].
https://www.elsaltodiario.com/sap/real-academia-medicina-eliminara-alusion-sindrome-alienacion-parental-definicion-maltrato-infantil
https://www.elsaltodiario.com/sap/sindrome-alienacion-parental-que-es-de-donde-viene-infancia-libre
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